A finales del siglo XIX el arte había llegado
a un punto de ruptura con el pasado no producido en varios siglos. La pintura
impresionista y, mas aun, el postimpresionismo de Van Gogh,Gaugin o Cezanne
proponían una nueva forma de ver la realidad, distanciándose de la misma, hasta
llegar al máximo de no figuración o abstracción con Kandisky. Rodin había hecho
otro tanto en escultura, en arquitectura, la aparicion de nuevos
materiales-fundamentalmente el hierro-culmino en propuestas estéticas como la
torre Eiffel, en Paris y el edificio Chrysler, en Nueva York.
El arte
contemporáneo no estuvo ajeno a los avances en las técnicas de impresión y de
la fotografía; asimismo, presencio la irrupción de nuevos medios de
comunicación audiovisuales como el cine y, mas tarde, la televisión; y también,
la revolución que significo la cibernética y la informática. Todo ello supuso
un nuevo mundo de posibilidades para plasmar la realidad con gran perfección y
viveza, lo que reforzó el alojamiento de la figuración en la pintura y la
escultura.
La arquitectura en el siglo XIX

Con el
Romanticismo, en los decenios de 1830-1840, la arquitectura busca sus modelos
de la edad media, una época cargada de espiritualidad que se expresa con
especial fuerza en los estilos románticos y góticos de las grandes iglesias y
catedrales. Así, durante el Romanticismo se construyen edificios que podrían
calificar como neorrománticos y neogóticos.
A partir de
1850 se inaugura una etapa mucho más original y libre gracias a la utilización
del hierro .Aplicando a las estructuras de los edificios, permitía construir
con más altura y mayores cavidades, y utilizarlo en las fachadas en combinación
con el vidrio.
La arquitectura del siglo XX
El crecimiento demográfico y al concentración
de la población en ciudades generaron para la arquitectura, ya de los comienzos
del siglo XX, un nuevo desafió .Fue necesario solucionar problemas como el
diseño de viviendas urbanas y los equipamientos colectivos que requerían, dada
las nuevas exigencias de dignidad y comodidad que imponían las nuevas formas de
vida, de trabajo, de transporte y de diversión que estaban generándose. Por
ello, se rompe definitivamente con la herencia del siglo XIX, imponiéndose el
racionalismo de el acero y el hormigón armado.
Se levantan
edificios tal altura que los llaman rascacielos; así mismo surgen fabricas,
cines, estadios y como reacción una afán por construir viviendas pequeñas
integradas a un entorno natural.
Por otra
parte el acelerado crecimiento de las ciudades con su incremento en las
distancias obligo a los arquitectos a abordar el tema del urbanismo y crear modos
de comunicación adecuados para el desplazamiento expedito de las personas.